Las 5 pautas para diseñar un sistema de retribución flexible
Un sistema de retribución variable permite a su empresa incentivar y motivar a sus empleados y obtener un mejor rendimiento y productividad, al estar vinculada la remuneración a la consecución de unos objetivos determinados. Pero, para evitar que los tribunales conviertan el sistema variable en una cuantía fija (por ejemplo, si consideran que se ha creado un derecho adquirido, o si se ha utilizado una cláusula que declaran nula por abusiva o fraudulenta), es aconsejable que siga estas cinco pautas a la hora de diseñar su sistema de retribución variable:
- Que efectivamente sea variable (es decir, que no se pague siempre la misma cantidad).
- Vincularlo a resultados, ya sean individuales o de equipo (o ambos) y de empresa.
- Que el trabajador tenga muy claros cuáles son los criterios de medición de esta retribución variable, si hay un mínimo o un máximo que puede percibir y en función de qué criterios.
- Que estén muy claros los objetivos que debe cumplir el trabajador para percibirlo, como se definen estos objetivos y que sean alcanzables (y no imposibles de conseguir).
- Pactar por escrito en una cláusula o anexo al contrato el abono de la retribución variable, donde queden perfectamente definidos e inequívocos los cuatro puntos anteriores.
Modificar o implantar un nuevo sistema de retribución variable es una de las múltiples opciones que puede plantearse a la hora de diseñar su política de remuneraciones y retener el talento de su empresa.