Contrato de relevo: Qué es y cómo funciona la jubilación parcial
El contrato de relevo es una modalidad contractual que facilita la renovación generacional en las empresas, permitiendo que quienes están próximos a la jubilación empiecen a disfrutar de más tiempo libre, a la vez que se le da una oportunidad laboral a personas más jóvenes que están en busca de empleo.
¿Qué es un contrato de relevo?
Los contratos de relevo están entre las modalidades más desconocidas dentro de todas las que se regulan en nuestro ordenamiento jurídico. Esto se debe a que no son demasiado comunes. No obstante, dado que la edad de jubilación está aumentando de forma progresiva, el retraso en la edad a la que las personas pueden retirarse finalmente del mercado laboral, está incrementando el interés por este tipo de contratación.
Se trata de una modalidad contractual a la que solo se puede recurrir en los supuestos de jubilación parcial de un miembro de la plantilla. Así lo recogen tanto el Estatuto de los Trabajadores como el Real Decreto-Ley 5/2013.
Cuando un empleado accede a la jubilación parcial, lo que hace es reducir su tiempo de trabajo. Dado que la empresa necesita que ese puesto que ocupa el jubilado parcialmente esté cubierto durante toda la jornada, suple la ausencia de esa persona con la contratación de otra mediante el contrato de relevo. Por lo que respecta al relevista (el nuevo empleado), las funciones que asume deben ser las mismas o muy similares a las del puesto que ocupa el jubilado parcialmente.
¿Cuándo se puede pedir el contrato de relevo?
Este contrato solo se puede celebrar cuando un trabajador de la empresa accede a una situación de jubilación parcial, reduciendo con ello tanto su jornada laboral como su salario, y empezando a cobrar una parte de tu pensión de jubilación.
Quien cumple los requisitos para jubilarse parcialmente y desea acceder a esta situación, debe negociar con tu empresa. También tiene que hacer las gestiones necesarias con la Seguridad Social para empezar a percibir parte de su pensión. De hecho, es la propia empresa la que puede proponer a su trabajador jubilarse parcialmente. Con la peculiaridad de que este no tiene la obligación de aceptarlo.
Lo que ocurre en estos casos es que se celebran dos contratos diferentes:
- La empresa celebra un nuevo contrato con el trabajador relevado (un contrato a tiempo parcial), que se ajusta a las nuevas condiciones de jornada y salario pactadas.
- Se celebra otro contrato de trabajo (el de relevo) con el relevista. En todo caso, debe formalizarse por escrito.
Una de las características esenciales del contrato de relevo, es que la compañía no puede contratar a cualquier persona para que sea relevista. Debe tratarse necesariamente de un desempleado inscrito en el INEM. O bien, de alguien que ya esté vinculado a la empresa a través de un contrato de duración determinada.
La jornada que lleva a cabo el relevista puede ser a tiempo completo o parcial, pero debe cubrir, al menos, el tiempo equivalente a la reducción acordada con el trabajador relevado. Es decir, si la persona que ha accedido a la jubilación parcial ha reducido su jornada en cuatro horas al día, el contrato de relevo deberá establecer una jornada diaria que sea, como mínimo, de cuatro horas.
El horario de trabajo de los dos empleados puede ser complementario o simultáneo. El relevista puede trabajar al mismo tiempo que el relevado, o únicamente en las horas en las que el jubilado parcialmente no está presente.
Como se ha señalado antes, no es necesario que el relevista ocupe exactamente el mismo puesto que el relevado. Sin embargo, las funciones entre un puesto y otro deben ser muy similares. Lo que sí debe existir en todo caso es una correspondencia entre las bases de cotización de ambos empleados. De este modo, la base de cotización del relevista no podrá ser inferior al 65% de las bases de cotización promedias del relevado en los últimos seis meses del período de la base reguladora de la jubilación parcial.
¿Cuánto dura un contrato de relevo?
Jubilación parcial antes de llegar a la edad ordinaria de jubilación
Si el relevado accede a la jubilación parcial antes de cumplir la edad legal de jubilación, el contrato de relevo puede tener duración indefinida o parcial. Su duración será, al menos, del tiempo que le falta al jubilado parcialmente para acceder a la jubilación total.
Una vez que el relevado llega a la edad a la que puede jubilarse de forma total, pueden darse dos situaciones:
- Si continúa en su puesto de trabajo y el contrato de relevo fuera de duración determinada, se puede prorrogar el mismo de año en año. Cuando el trabajador relevado se jubile definitivamente, se extinguirá el contrato de relevo. Si el contrato del relevista es de duración indefinida, se mantiene hasta la jubilación total del relevado.
- Si el trabajador relevado se jubila al llegar a la edad en que puede hacerlo. En este caso, el contrato de relevo se extingue si es de duración determinada. Por otro lado, si es un contrato indefinido y de jornada completa, el contrato de relevo se puede mantener dos años más.
Jubilación parcial después de cumplir la edad ordinaria de jubilación
La jubilación es un derecho, no una obligación. De modo que una persona puede seguir trabajando aunque haya llegado a la edad legal a la que ya puede retirarse del mercado laboral.
Si un trabajador con edad para estar jubilado decide seguir trabajando, pero se jubila parcialmente, el contrato de relevo puede ser indefinido o anual. Si es anual, se prorroga automáticamente de año en año hasta la jubilación definitiva del relevado.
Ventajas e inconvenientes de los contratos de relevo
Ventajas del contrato de relevo
- Permite la renovación generacional de la plantilla, dando acceso a la misma a personas más jóvenes.
- El jubilado parcialmente puede traspasar sus conocimientos y experiencia al trabajador de nuevo ingreso.
- El coste salarial para la empresa del nuevo empleado será, generalmente, más bajo que el que supone el trabajador relevado.
- Permite al jubilado parcialmente disfrutar de más tiempo libre sin tener que renunciar del todo a su trabajo.
- Para el relevista es una buena oportunidad de demostrar su valía y poder quedarse después en la empresa.
Inconvenientes del contrato de relevo
- No es una modalidad contractual muy conocida, por lo que las empresas no suelen recurrir a él.
- La ausencia parcial de un empleado y la llegada de un trabajador nuevo obligan a hacer ajustes en la forma de trabajar.
- El relevista no tiene garantizado cobrar el mismo sueldo que el relevado.
- No asegura a la persona contratada que se quedará de forma indefinida en la empresa.
- No existen muchos incentivos a la jubilación parcial. El bajo importe de las pensiones de jubilación provoca que, para la mayoría de las personas próximas a la edad de jubilación, no resulte interesante reducir su tiempo de trabajo, porque pierden poder adquisitivo.
Jubilación parcial con contrato de relevo
Para poder acceder a la situación de jubilación parcial, el empleado debe:
- Haber trabajado un mínimo de seis años en la empresa en la que va a acceder a esta situación.
- Haber cumplido la edad mínima de acceso a la jubilación parcial, que ahora es de 63 años.
- Tener cotizados un mínimo de 33 años a la Seguridad Social.
- Contar con un contrato a jornada completa.
Si el jubilado parcialmente cumple estos requisitos y todavía no ha llegado a la edad legal de jubilación, es obligatorio que la empresa celebre un contrato de relevo.
En los supuestos en los que quien se jubila parcialmente ya ha llegado a la edad legal de jubilación, pero no desea retirarse del todo, la empresa no tiene la obligación de celebrar un contrato de relevo. Por tanto, hay casos en los que la jubilación parcial no da lugar a un contrato como el que estamos examinando.
El contrato de relevo es una modalidad contractual que busca fomentar el empleo y mejorar la calidad de vida de las personas que están próximas a jubilarse. A pesar de ello, es uno de los contratos que menos se usan.